El Piso del DF, la colonia Nochebuena...
Esta era la sala de mi departamento en la Ciudad de México.
Esta era la sala de mi departamento en la Ciudad de México.
Bonito, ¿no?
Después de tres años de haberme cambiado al mismo, finalmente la mudanza era oficial, cómo dirían los increíbles: Había desempacado la última caja, acomodado las botellas de vino en su cava, colgado el último cuadro y mi "zona de confort" estaba felizmente delimitada.
El caso es que ya me había familiarizado con la zona; una de las cosas que más me gustaban es que había (hay, me parece) un parque muy agradable donde solía correr por las mañanas en las que me despertaba con ánimo deportista (que no eran muchas, por cierto)
Total que no podía, según yo, haber elegido un rinconcito más acogedor ni más representativo para con mi estilo de vida del momento.
Incluso los vecinos (algunos de ellos, al menos) ya me ubicaban lo suficiente para poder dar razón de mí cuando los carteros preguntaban por mi domicilio (No obstante, una vez me perdí de asistir a una recepción en la Embajada de los EEUU, porque a la muy cabrona de mi vecina -¡que sólo tenía una semana de haberse mudado, contra mis 2 años de haber sentado mis reales!!- se le ocurrió decir al mensajero de DHL que llevaba mi invitación que ella "...no tenía ningun conocimiento de que ese individuo (o sea, yo) hubiera vivido alguna vez en ese edificio...!"
Pero lo cierto es que pasé momentos muy felices en ese departamento y creía que iba a seguir ahí por algunos años más....